Uno de los cambios del siglo XIX fue la separación entra la organización y las normas que provenían de la iglesia, y las practicas y comportamientos liberales.
La constitución de 1824, inspirada en el plan de Iguala:"Unión, Independencia y Religión", se estableció que la religión fuera la católica, apostólica y romana, y la nación la protegería prohibiendo cualquier otra. Sin embargo, todo el mundo occidental se oponía a la obediencia de la iglesia. Esto surgió gracias a las ideas ilustradas difundidas en el siglo XVIII y el liberalismo de pensamiento y expresión que ayudarían a progresar.
En 1857 dicho avance en México logro que se eliminara en la nueva constitución la disposición de la religión oficial fuera la católica. La afirmación del poder civil sobre el eclesiástico seria definitiva para lograr la secularización de la sociedad, es decir, su desenvolvimiento de acuerdo con la propia racionalidad de los individuos y al margen de los dictadores de la iglesia, pero no dejaban de ser creyentes.
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